
El caso ha ganado la atención de los medios dentro y fuera
del país por tratarse de una niña, entre las más pequeñas en el mundo en ser
madre; además indígena, cuya comunidad Wayúu afirma que lamenta el caso y se
avergüenza precisamente por tratarse de una menor de edad.
Distintas autoridades, voceros indígenas y especialistas
constitucionales consultados telefónicamente el martes por la AP explicaron que
prevale el derecho de los indígenas a juzgar el caso según sus propias normas
porque así lo contempla la Constitución colombiana de 1991.
De esa forma el joven Wayúu de 15 años, que embarazó a la
niña no es buscado ni acusado por la policía.
Por las leyes colombianas la identidad de los menores de
edad, víctimas o victimarios, no puede ser revelada.
María Gladys Pabón, jefa de los fiscales de la ciudad de
Riohacha, departamento de La Guajira y a 790 kilómetros al norte de Bogotá,
donde reside gran parte de la etnia Wayúu, explicó que si bien la Fiscalía
asumió la investigación por el caso de la menor, que se encuentra en buen
estado de salud al igual que su recién nacida, la competencia para un eventual
castigo al muchacho la tienen las propias autoridades Wayúu.
El caso del embarazo de la niña se produjo en un caserío del
municipio Manaure, en La Guajira, a unos 790 kilómetros al norte de la capital
colombiana, según la Policía y la Fiscalía.
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